25/09/2017 by Jess

Tartaletas de Kiwi y Queso Crema

Buenos días Mad Bakers!

¿Qué tal habéis pasado esta semana? Os habéis animado con la receta de la semana pasada? Espero que sí! Y ya sabéis que si os surge cualquier duda no tenéis más que mandarme un mail y entre las/los dos lo solucionamos!

No sé cómo lleváis este cambio de estación, según la tele hemos dejado el verano – aunque sigue haciendo un calorcito rico rico – para dejar paso al otoño. No nos pongamos tristes por abandonar el verano que el otoño y todas las estaciones tienen su encanto. A mi padre y a mi por ejemplo, nos encantan los colores de esta estación, como cambiamos los verdes por los marrones, como se nos van haciendo los días un poquito más cortos (esto si que no me gusta NADA), el fresquete que va entrando y por qué no decirlo, se agradece! Al final todos somos capaces de encontrar pequeños detalles que hacen que no echemos tanto de menos el verano 🙂

De todos modos, como seguimos con una temperatura bastante agradable, este fin de semana me animé a adaptar una receta del libro de Marianne Magnier-Moreno, y preparé unas tartaletas que no necesitan horno ¡bieeeeeeen! Y que son bastante refrescantes, por aquello de utilizar frutitas.

Empezamos con la receta, así que nos remangamos, nos lavamos las manos y nos ponemos manos a la obra!

Para hacer la base de las tartaletas, lo que haremos será mezclar las galletas picadas con la mantequilla fundida.

Removemos bien para que se haga una pasta, y vamos echando la misma cantidad de esta mezcla en el molde de las tartaletas para hacer la base. Utilizando un vaso o una cuchara, vamos aplastando las migas para que se queden bien fijadas a la base y cojan la forma.

Antes de empezar con el segundo paso, metemos nuestros moldes con la base en la nevera para que se endurezcan.

Lo que hacemos a continuación es el relleno de las tartaletas, y esto lo hacemos batiendo nuestro queso crema con el azúcar glass y el toque de vainilla.

Este paso es muy rápido, solo tenemos que asegurarnos que todos los ingredientes estén bien mezclados y no haya ningún grumito de azúcar por ahí suelto.

Sacamos nuestras tartaletas de la nevera y vamos repartiendo el relleno entre los seis moldes. Aquí cuidado con poner más o menos la misma cantidad entre todas las tartaletas, no que una tenga una montaña de crema y otra esté escasita.

En cuanto hayamos acabado y estén todas las tartaletas con su crema, las devolvemos a la nevera mientras pelamos y cortamos en rodajitas finas los kiwis. Aquí como siempre podéis utilizar la fruta que más os guste, kiwis, fresas, frambuesas, melocotón, mix de frutas … mermelada. Vamos que lo que os dé la gana o lo primero que pilléis por casa.

Cuando tengamos todos nuestros kiwis cortaditos, limpiamos la mesa (creerme que se ensucia un poco con todo el juguillo de la fruta) y vamos repartiendo las rodajitas entre los distintos moldes.

Y aquí, aunque parezca mentira … ya hemos acabado con la receta. ¿Fácil verdad? Pues ya sabéis, a cocinar y sobretodo a disfrutar de aquello que cocináis. Y si os sale mal … no pasa NADA! Se vuelve a hacer, pensando muy bien lo que ya habíamos hecho para intentar no caer en el mismo error.

Un abrazo enorme y que paséis una semana de diez!

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